Esta actividad ha significado muchos cambios en mis hábitos, que con la repetición constante se transformó en una forma de vivir. Ahora explico: Correr no es únicamente ponerse unos tennis y salir a la calle sin más ni más, en mi vida ha significado primero, como para muchos bajar de peso, en un principio caminando, luego trotando, es en este momento cuando comienzas a sentir la libertad de pensamiento, mayor concentración después del ejercicio y te das cuenta que tu alimentación ha cambiado y prefieres no comer tanta chatarra.
De repente ya estás dentro de una carrera, 5k, como primer reto, y sientes el compañerismo y la alegría que comparten otros que como tú salen todos los días a dar unas vueltas al parque, o que ya han encontrado una pista de 400 metros, o un circuito más largo. No vas a las carreras por un primer lugar, sólo por compartir y romper tu propio récord, pero sobre todo, y es mi punto de vista, yo voy a las carreras a DISFRUTAR.
Me encanta ver el montón de personas esperando el disparo de salida y después convertirse en una marea humana corriendo por Reforma o cualquier otra calle de la ciudad, los paisajes pueden ser realmente hermosos, especialmente si se trata de carreras a campo traviesa; es en esos momentos que siento el latir de mi corazón, al ritmo de mis pasos y mi respiración; voy sintiendo la fuerza de las piernas y el cansancio que poco a poco se va haciendo presente; la dureza del concreto, del adoquín, o la suavidad de la tierra, el terreno fangoso y resbaloso o duro y seco; de repente me sumerjo en mis pensamientos, para en un instante salir de ellos con un grito de ánimo proveniente de cualquier persona que espera a su familiar o amigo, observo a mi alrededor y todos los corredores vamos dando nuestro mejor esfuerzo para lograr una meta personal que de un momento a otro atravesamos.
Extraido del blog de LuzdeAgosto
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